Los tratamientos blanqueamiento de dientes le dan un aclaramiento de la estructura dental, es decir
cierta disminución de tono en el color original, dejándolo completamente
blancos. Dándole belleza natural, luciendo más sanos, limpios, atractivos y
favoreciendo una sonrisa más juvenil.
En cualquier tratamiento se logra aclarar entre cinco a nueve tonos el color del diente. La duración del efecto blanqueador es de aproximadamente cuatro años dependiendo del consumo de bebidas con color como el café, té, vino tinto, entre otras frutas o vegetales con alto contenido de colorante, higiene bucal, y la química oral de cada individuo.
En cualquier tratamiento se logra aclarar entre cinco a nueve tonos el color del diente. La duración del efecto blanqueador es de aproximadamente cuatro años dependiendo del consumo de bebidas con color como el café, té, vino tinto, entre otras frutas o vegetales con alto contenido de colorante, higiene bucal, y la química oral de cada individuo.
Se debe mencionar a causa de que o de que depende que tan amarillento o
descolorido estén sus dientes. Existen varias causas, entre las más comunes
esta la falta de higiene bucal, ingesta de bebidas de color, como el café o las bebidas cola, el consumo
excesivo de limón, caries acumuladas, por envejecimiento natural, por
medicamentos durante etapas de desarrollo, manchas o varios tonos.
Cabe recalcar que cada
persona responde de manera distinta a las diversas técnicas de blanqueamiento.
Algunas responden positivamente al blanqueamiento llevado a cabo, mientras que
otras con dientes de color grisáceo o con una coloración más seria pueden
requerir otros tratamientos dentales.
Todos los sistemas para blanquear los dientes utilizan
como principio activo "peróxidos" especiales para uso dental. Entre
los más comunes se encuentran el peróxido de hidrógeno y el peróxido de
carbamida en diferentes concentraciones. Estos peróxidos se presentan en
consistencia de gel y pueden ser activados mediante distintas modalidades, como
luz, calor, activadores químicos o combinaciones entre estos.
El
peróxido de hidrógeno es el componente activo, es decir, es el compuesto que en
realidad blanquea los dientes. El peróxido de carbamida tiene que descomponerse
en peróxido de hidrógeno antes de que pueda blanquear los dientes. En el caso del peróxido de carbamida puede
causar sensibilidad dentaria.